Los falaces carecen de escrúpulos, desvergonzados hasta las heces, desconocen todo lo relativo a la ética. Sus 'valoraciones' respecto a los otros, son el mugriento espejo en el que se miran. Tan nauseabunda o más que cepillarse los dientes al borde del coma etílico: Carmen Calvo, esa cosa.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
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