"Donde hay pelo hay alegría."
Carmen Calvo
Están a punto de convencerme —vía Debate de Investidura. Y mira que era difícil. Sí, estoy comenzando a pensar que ya es hora de que, en cuestiones políticas, dejemos de hablar de izquierdas y derechas. Y es que, a estas alturas de la hipocresía y el cinismo parlamentarios, a tan escasa distancia de los territorios del totalitarismo, es una terminología que sólo puede contribuir a la confusión y el trile. Hablemos mejor de lo que une y distancia a las diferentes formaciones políticas. De aquellos que, de un lado, encuentran su razón de ser en la defensa de los intereses del capital; y, del otro, de estos que aún se hallan más o menos comprometidos con los derechos y libertades de los pueblos. ¡Menuda brecha la que hay abierta entre ambas posiciones! Y qué fácil determinar quiénes de sitúan en cada una de sus orillas.
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