La maleta cargada de silencios.
Los zapatos huyéndonos sobre aludes de ausencia.
En torno al laberinto se ha espesado la niebla
hasta mudarse en piedra movediza
dura como el insomnio y las liturgias.
No hay billete de vuelta. Esto fue todo:
se nos pasó la vida.
Fotografía: Pedro A. Martín
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Poema de la pre vejez
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