jueves, 20 de abril de 2017

De faraones y mascotas


Hoy, en Sevilla, con inusitado boato y, como no podía ser de otro modo, con la asistencia de "nuestros" reyes decrépitos, se celebra por parte de los peces tan gordos como tóxicos de la política patria y las puertas giratorias, el XXV aniversario de la Exposición Universal del 92. No diremos que con ella comenzó todo, pero sí que aquel evento faraónico del despilfarro de lo público y la mamandurria supuso un estímulo probablemente sin parangón desde la muerte del genocida Franco hasta entonces, para la corrupción en Esperpentaña. Si hoy, 25 años después, tuviésemos que elegir un nombre para la "mascota" de tan magno acontecimiento, en lugar "Curro", habríamos de llamarla "Parao". De aquellos polvos, estos lodos. Hoy, como en aquel momento, NO a la EXPO'92.

No hay comentarios: