miércoles, 23 de octubre de 2013

El espejo de la melancolía (LXXVII)


manos desposeídas se adentran en la bruma
buscando en los rescoldos del crepúsculo
una brizna de piel que dé sentido
al tiempo que precede en las tinieblas
al pronto desabrido inexorable
violento advenimiento
del frío y las cenizas

1 comentario:

Anónimo dijo...

poema lúgubre como noche de invierno