Han nombrado a Rodolfo
Martín Villa, ese perro
criminal del franquismo,
consejero del banco
que han bautizado “malo”.
Ahora entiendo el porqué
del apellido usado
para el monstruo bancario:
ha de ser la guarida,
una más de entre tantas,
donde pongan a punto
sus vírgenes de hierro,
potros y paredones,
los fantasmas que arrastran
en su aciago regreso
tras de sí la espantosa
maldición del pasado.
Martín Villa, ese perro
criminal del franquismo,
consejero del banco
que han bautizado “malo”.
Ahora entiendo el porqué
del apellido usado
para el monstruo bancario:
ha de ser la guarida,
una más de entre tantas,
donde pongan a punto
sus vírgenes de hierro,
potros y paredones,
los fantasmas que arrastran
en su aciago regreso
tras de sí la espantosa
maldición del pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario