Tanta publicidad por estas fechas
exhortando a adquirir extraordinarios
productos de consumo susceptibles
de hacernos creer felices,
que a más de un desahuciado sin trabajo
y un par de churumbeles
soñando qué traerán por Navidad
los Magos de occidente –Papa dixit
en su suntuoso y frívolo best seller vaticano-,
le debe estar bullendo en la cabeza
la idea de dar un palo
en una sucursal de un banco de renombre.
“Habrá para cenar,
entre otras noches más, por Nochebuena,
y acaso para ver como se cumple
algún pequeño sueño de los hijos
–el resto para ropas y zapatos.”
Que lo sopesen bien pues ya no es válido,
quizá nunca lo fue,
el dicho aquel que reza que al que roba
a un maldito ladrón, perdón cien años.
Eso pasó y ha sido sustituido
por obscenos indultos para aquellos
que roban a lo grande
y sádica impiedad con los que roban
para no pasar hambre.
le debe estar bullendo en la cabeza
la idea de dar un palo
en una sucursal de un banco de renombre.
“Habrá para cenar,
entre otras noches más, por Nochebuena,
y acaso para ver como se cumple
algún pequeño sueño de los hijos
–el resto para ropas y zapatos.”
Que lo sopesen bien pues ya no es válido,
quizá nunca lo fue,
el dicho aquel que reza que al que roba
a un maldito ladrón, perdón cien años.
Eso pasó y ha sido sustituido
por obscenos indultos para aquellos
que roban a lo grande
y sádica impiedad con los que roban
para no pasar hambre.
1 comentario:
Esta es tu vena robin de locksley
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