martes, 23 de septiembre de 2008

Frenesí



Me está durando tanto este dolor
Que ya no lo concibo sin ser interminable.
Sin un signo palpable
Que augure el alumbrar de un nuevo albor

Mudando en luz mis sombras
---------------------------------------------- y en clamor
Tan infausto silencio,
--------------------------------- la noche es detestable,
Ergástula insondable
De lamento y congoja.
----------------------------------- Dime, amor,

¿Cuánto llanto, aflicción, miedo, tristeza
Es posible sufrir sin perder la cabeza?
¿Cuánto injusto desprecio?

Me siento igual que un necio
Viniendo a suplicarte migajas de ternura
Mas no puedo evitarlo, ¡me puede la amargura!

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9 comentarios:

Anónimo dijo...

Bello... y terrible... es contradistorio no? No es concevible el amor sin sufrimiento, la alegria sin tristeza,..., el silencio sin el ruido. Somos victimas y verdugos de esta perenne dualidad del ser...

Besos

P.D: Te puedo pillar el poema para un cuadro?? Hacemos simbiosis creativa si¿?

Anónimo dijo...

Claro que sí, Mar. Ya sabes que están a tu disposición y no tienes que pedir permiso. Es más, me encantan esas simbiosis.

Besos.

Anónimo dijo...

Justo es admirarte como poeta; fuera de serie el poema & la imagen. Abrazo

Anónimo dijo...

Cuando el dolor es tan súmamente grande que llega a impedirnos hasta respirar termina por desaparecer, llega un momento en que dejamos de sentirlo y ahí es cuando hay que lanzarse, mostrar que somos más fuertes que todo eso y no dejarnos vencer.

Besos

Anónimo dijo...

Me puede tanto la amargura Rafa, que tu hermoso poema me remata. Tendré que suplicar migajas de ternura para no perder la cabeza.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Yo creo que dura demasiado esa amargura, que por algún lado tienes que encontrar una salida. Es mi modesta opinión.
Como poema, una maravilla.
Abrazos

Anónimo dijo...

Hoy no puedo con esta tristeza.

un beso.

Anónimo dijo...

La amargura es también una forma de amar. No se puede gozar de la dicha sin haber muerto por su opuesto.

Un paquete de gusanitos y una coca cola.

Anónimo dijo...

Tristemente bello el poema Rafa, a veces y no sé porque la amargura se prolonga demasiado, quizá porque no miramos bien ha ambos lados en el camino, y no se alcanza a ver la salida de ese pozo bruno.


Más besos poeta.