viernes, 25 de abril de 2008

Necrofobia


Llegados a este punto sin retorno
De tu perra y puñetera existencia,
A qué, dime,
A qué viene tener
Tanto miedo a la muerte.
Es que aún no has sufrido
Suficiente cansancio;
O es que, acaso, te arrepientes del pánico,
De esa sombra
Que, metida en tu sangre,
Heló cualquier latido, y ahora buscas
Un lenitivo en la absurda quimera
De otra oportunidad…
Pues no, mon chéri, de veras lo siento;
Sujeta mientras puedas
Dentro del vientre tus pútridas vísceras
Que el próximo escalón lleva a un abismo
En el que no alcanzarás a sentir
Ni aun siquiera el horrible cosquilleo
Del ávido hervidero de gusanos
Que, ajeno al deleite,
Engullirá tus despojos sin alma.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

No resulta fácil liberarse del miedo a la muerte, pero para mí, es más difícil vivir la vida. De momento estoy más comprometida con lo segundo y pienso poco en lo primero. Creo que compartimos ésto, no?

Un beso, grandote.

Anónimo dijo...

Dame la mano.


Abrazos muchos.

Anónimo dijo...

Una propuesta:
A ver sí un día de éstos, maestro, abres el taller y componemos alguna cosilla entre todos y todas.

Anónimo dijo...

Ves... a mí no me va a pasar eso, porque tengo más que escrito que quiero me quemen todita, este cuepro que tanto a disfrutado, disfruta y piensa seguir disfrutando del placer... para nada se lo van a comer los puñeteros gusanos... vaya.
Joder Rafa, sal por ahí y tómate unas copitas y todo eso... tú ya sabes... venga, que es viernes.
Besazo

Anónimo dijo...

ha disfrutado, sorry

Anónimo dijo...

tremendo diálogo!!!
ser consciente de que tarde o temprano nos llega a todos dicha sentencia hace que vivamos la vida con más intensidad pero te aseguro que si alguna vez me habla de esta forma la posaba en mis rodillas y le daba unos cuantos azotes por insolente.

Besos.

Anónimo dijo...

Es posible que el cansancio de vivir minimice el miedo a la muerte. Cuando escribo �sto pienso en mi abuela que muri� cansada, a los 87 a�os. S� que no ten�a miedo. Que no lo tuvo.

Un abrazo, Rafa.