Me borraste y ahora,
por más que tú pudieras
quererlo y yo quisiera
a un tiempo, no es posible,
nunca sería posible.
Me borraste, no hay más;
lo borrado, borrado
debe, por más que duela,
permanecer por siempre.
Me borraste y, amén
del dolor, nada queda.
Estoy borrado. Amén.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
1 comentario:
Contra el borrado hay tintas indelebles que resucitan lo escrito antaño, y si surgen espontáneamente del corazón, más efecto tienen
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