Los pactos de la burra (23)

Según una encuesta realizada la semana pasada por GAD3 para el diario ABC, tras los acontecimientos que culminaron en el bochornoso espectáculo que probablemente pase a la historia con el sugestivo nombre de los apuñalamientos de Ferraz, el PPSOE, sumiso filial político del Ibex 35, mejoraría en estos momentos en cinco escaños los resultados obtenidos el pasado 26-J. Así, los 222 (137+85) logrados entonces por el bipartidismo patrio al servicio del capital, se incrementarían hasta alcanzar los 227 (159+68). ¡Enhorabuena a los barones mal llamados socialistas capitaneados por la Emperaora del Dedal y Felíbex “Cal Viva”! Reto conseguido.

BONUS TRACKS E INCISO

Unos conspiradores de mierda tan sin escrúpulos como cazurros se llevan el gato al agua y crean una gestora desde la que, a la hora de la verdad ―algo que en la literalidad del término desconocen―, no tienen arrojos para gestionar ni administrar ni dirigir nada de nada. Tan traidores, cretinos y sectarios como cagados.

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Pocas cosas —el beneficio de la duda― pueden marchar bien en un mundo donde las guerras se declaran en petit comité y, para refrendar la paz, es consultado el pueblo en las urnas. 

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"Mi querida España.

Esta España viva,

esta España muerta."

Cecilia

El ciudadano medio epañó, epañó, epañó, muy epañó y mucho epañó, espoleado por los medios de manipulación masiva sicarios del Ibex 35, es muy particular en lo relativo a sus aberrantes veredictos políticos de taberna. Tolerancia ad perpetuam, cuando no presunción de inocencia —incluso tras sentencia condenatoria firme—, para con las ratas bipartidistas que han terminado mudando España en una nauseabunda e irrespirable cloaca; y presunción de culpabilidad sin revisión posible ni excepción alguna respecto a las actuaciones futuras —en el caso hipotético de que estos últimos llegasen algún día a tocar poder— de los recién llegados a la arena política con las manos bien limpias y voluntad de cambio. Es el estúpido y paralizante "todos son iguales" que pone a quienes lo esgrimen a la altura —o bajeza— del peor de los corruptos, y condena a los pueblos de España a continuar rodando sin asidero posible por la abrupta pendiente que conduce a las catacumbas más negras de cualquier historia.