"Habiendo enfermado en el camino,
mis sueños merodean
por páramos yermos..."
Matsuo Bashô
Nos sumimos tomados
de la mano en el útero
del silencio y la noche.
Rogábamos al tiempo
que, misericordioso,
nos dejase por siempre
libres de sus dictados.
Pero el tiempo era sólo
otra deidad fingida
con corazón de diablo.
Nos sorprendió un estruendo
de pájaros al alba.
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