El protagonista de mi novela, esta que ahora comienza y que, en su día,
me va a sacar de pobre, ha nacido esperando y, en apenas tres líneas, se
ha hecho viejo. Pero eso fue hace un rato. Justo antes del infarto. Así
es la vida, hermano —fueron sus última palabras.
La flor del tabaco
-
*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
1 comentario:
Desesperante
Publicar un comentario