Soñé que estaba solo
sumergido en la nada;
en su ámbito sin límites,
dimensiones ni centro,
sin calor, luz, origen,
fin, espacio ni tiempo.
"No puede ser verdad
—me dije, vacilante—;
esto tan espantoso
tiene que ser un sueño".
Aterrado y sin norte,
procuré a uñas y dientes
huir de allí, dirigirme
hacia un lugar incierto,
quizás la superficie,
en pos de la vigilia.
Cuando al cabo alcancé
mi anhelado destino,
me encontraba aun más solo
en la nada, hermanado
a la nada, al destiempo.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
1 comentario:
Tremendo...
Consigues, Poeta, ponerle palabra a nuestras pesadillas....
No estás solo!!!
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