Bondadosos patronos,
siempre arriesgando, altruistas,
el capital ganado
con el sucio sudor
de las frentes ajenas,
a fin de proveer
a obreros egoístas
de trabajo y sustento.
Obreros egoístas
y desagradecidos
exigiendo sin tregua
mejoras salariales,
reducción de jornada,
descanso los domingos,
y dando sólo a cambio
su tiempo, las mañanas
de sol, el lecho tibio
en noches de cellisca
o ese cuento que dejan,
porque toca ir al tajo,
de contar a los hijos.
Bondadosos patronos
y obreros egoístas
y desagradecidos.
La flor del tabaco
-
*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
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