Testosterona

Servidor también reclama el trono del Borbón, oiga. Pero desde ya, que no va a ser uno menos. Y no por derecho de sangre, sino por una razón mucho más de peso; por cojones, oiga, por cojones, que es como se hacen los cosas en este país cuando de política de baja estofa, que es la habitual, se trata, desde que aquel nefando Generalísmo llego al poder a sangre y fuego. Mucha testosterona y muy poca ternura, como dios manda. ¿Y el pueblo, los pueblos de España? Pues, como dijo aquella puerca, que se jodan.