A hurtadillas la escucho
cuando el silencio aprieta
como una soga al cuello
el hálito de la última
e ilusoria esperanza.
Tu risa, esa heredera
prodigiosa del verbo
imperativo y tierno
que reclamase a Lázaro.
Pena grande no ser
más que un muerto viviente.
La flor del tabaco
-
*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
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