martes, 27 de agosto de 2013

Elipsis

Llevo, hambriento, ya tanto, noche y día,
omitiendo tu nombre en mis poemas
que por mucho que engendre nuevos temas,
ninguno me alimenta de poesía.

Y así mis versos son la antología
de un cántico elegiaco sin fonemas
que brota como sangre de las yemas
de mis dedos sin fe, la apología

de un mutismo tan hondo que, en su abismo,
ha mudado en sinónimo de olvido
tu nombre de tal modo que, perdido,

no encuentro ni un misérrimo eufemismo,
no para, reclamándote, encontrarte,
sólo para, al nombrarte, recordarte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

bello y triste. Dont worry. Susana wait you