un rumor ha trascendido
del suceso sucedido
en Pamplona en el pasado
fin de semana taurino.
Y es que una vez aclarado
el montón que se ha formado
entre cuernos y entre gritos
al no quedar expedito
el paso allí taponado,
y efectuarse el traslado
a la de objetos perdidos
de todo lo allí encontrado,
el listado ha recogido
además del consabido
contenedor de calzado,
hasta un número infinito
de pañuelos colorados,
de periódicos plegados,
gominolas para el pito,
seis hígados adobados
por seis mil botas de vino,
un toro negro zaíno
en un japonés pinchado,
y mucho miembro amputado,
por referir a lo fino
la ensalá de menudillos,
de mondongos de porcino
que en el coso se ha aliñado.
Además de eso, ya digo,
el servicio ha reportado
más que atónito atonito
que en el registro han inscrito
el braguero de un quebrado,
suspensorios cagaítos,
los dientes de un jubilado
que vivía en el asilo,
sonotones, marcapasos
con su pila y su circuito,
una prótesis se ha hallado
de cadera, un bastoncito
y hasta incluso, Dios bendito,
un tacatacá abollado
de ésos de los abuelitos.
Dice la maledicencia
que ello es como consecuencia,
por razón, causa y motivo
de que la Ley de Dependencia
quedado haya en el olvido.
Pero en su benevolencia
el actual Ejecutivo,
aun de la crisis cautivo,
ha puesto su inteligencia
de los viejos al servicio,
que el pedir es sólo un vicio,
y ha tenido la ocurrencia
de inventarse hasta una ciencia:
¡Envejecimiento activo!
Ni un duro para asistencia
pero sí un operativo
pa’que mientras estén vivos
en vez de beneficencia
se valgan por ellos mismos.
Y aprobada la ponencia
ha dispuesto Presidencia
que este año y sucesivos
el IMSERSO sea una agencia
de renovados destinos.
Se acabaron los cansinos
Benidorm, Calpe y Valencia
a bailar Los Pajaritos,
el torneo de residencias
de parchís o de cinquillo,
el encaje de bolillos,
la petanca, que en esencia
es un juego de chiquillos
y lo de acudir a urgencias
por el menor dolorcillo.
Y les propone vivencias
como de Humor Amarillo.
“Para empezar, San Fermín.
A Pamplona hemos de ir
con una bota y un calcetín”,
anuncia a bombo y chin-chín
un portavoz cantarín
del equipo de gobierno.
“Nada de pobre de mí,
dignidad a los abuelos.
A ellos que son tan toreros,
esta fiesta varonil
los ha de poner a mil,
¿quién dice que han dicho miedo?
Correr sobre el adoquín
la de Miura y los sobreros
importándoles un güevo
que les vuele el peluquín,
el pillarse algún buen pedo,
si no un polvo, un polvorín
y hablo, sí, de folleteo,
el meterse en el trajín
que ha sido este San Quintín
del monumental enredo
de adrenalina sinfín
del atasco allí en el ruedo.
Y que de algo hay que morir,
que asistido pa’ vivir
no es vida que es un remedo.
Trabajamos con denuedo,
ha añadido el figurín
del equipo de gobierno,
en buscar métodos nuevos”
Y acaricia el maletín,
gesto de importarle un bledo
nada que no sea por fin
aliviar un poquitín
lo del Pacto de Toledo.
Texto e ilustración: Agustín Casado
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