Por mucho que pretendan
hacernos comulgar
con ruedas de molino,
tratando de obligarnos
a, cerrados los párpados,
juzgar que en estos páramos
sometidos al yugo
de un cielo imperturbable
no es posible que brote
una brizna de hierba,
jamás podrán negar
la fértil taumaturgia
de las mangas de riego.
hacernos comulgar
con ruedas de molino,
tratando de obligarnos
a, cerrados los párpados,
juzgar que en estos páramos
sometidos al yugo
de un cielo imperturbable
no es posible que brote
una brizna de hierba,
jamás podrán negar
la fértil taumaturgia
de las mangas de riego.
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