Y, de súbito, todos dejaron de hablar de contabilidades paralelas, sobresueldos, desahuciados que no encuentran a su indefensión otra salida que el suicidio, amnistías fiscales, tribunales politizados salvando el culo a políticos corruptos, infantas de dudoso DNI, duques con su miembro enhiesto y la moral flácida, recortes de derechos ciudadanos y prestaciones sociales, ayudas sociolaborales gestionadas de manera fraudulenta, banqueros, futbolistas, patéticos presentadores y otros famosos de pacotilla de TV defraudando a la Hacienda Pública, magistrados partidarios... De súbito, todos eran una piña.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
1 comentario:
qué respiro tan trágico para no ver a barcenas
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