lunes, 29 de octubre de 2012

La oscuridad es dulce...


La oscuridad es dulce,
el dolor es celeste. Miro al cielo
y se anegan mis ojos de un vacío,
amargo sucedáneo de la muerte.
Con las uñas gastadas,
tratando de labrar un hipogeo
donde lamer las llagas ardientes del insomnio,
araño inútil-mente
la pétrea superficie del abismo.
En la altura, los buitres, entretanto,
sobrevuelan en círculos concéntricos
los restos aún calientes de la noche,
con ansias de vampiro.

2 comentarios:

Susurros de Tinta dijo...

Que forma tienes de escupir la amargura en poemas hermosos y que duelen en medio del pecho tanto, que dejan sin respiración, espero y deseo mi querido amigo, que tras escribirlos sea como vomitar una resaca, que uno se encuentre mejor, porque hijo mio!!!, vaya tela, si, lo se, es un comentario un poco raro, jejeje, pero es que ha sido leerlo y quedarme echa polvo, miles de besosssssssssssssssss

Anónimo dijo...

Es la pena negra que decían los flamencos, convertida en poesía gótica y nihilista