martes, 30 de octubre de 2012

Tú y yo, los otros, nadie, los cercanos...


Tú y yo, los otros, nadie, los cercanos;
cada cual puede ser centro del mundo
-esto no es malo o bueno,
no es más que una cuestión de perspectivas-,
espejo magro y neutro
que otorga el metro exacto a cada cosa.
Mas cuando digo cosa,
no digo flora o fauna -sueño efímero-,
me refiero a la piedra,
esa deidad eterna
que carece de ombligo.

2 comentarios:

Susurros de Tinta dijo...

Nada es eterno, amigo mio, ni las piedras, se desgastan con el aire y el agua, nosotros nos desgastamos a veces gratuítamente, la foto es una pasada por cierto, preciosa, más besossssssssss

Anónimo dijo...

Lo único que rescataría de las relgigiones es que darse a los demás generosamente trasciende el egoismo del amor a dos