viernes, 6 de octubre de 2017

Mando en plaza


Las reivindicaciones ciudadanas, independientemente de que resulten acertadas o no, de que sean más o menos justas, de que nazcan de la conciencia colectiva o de la manipulación de agentes públicos o privados con intereses particulares en el asunto, es raro que no terminen resultando tan frustrantes como estériles frente al aplastante poder de "intermediación" del capital financiero. Como ya se ha comenzado a vislumbrar en el cenagoso contexto de la cuestión catalana. ¿Quién o qué ostenta el mando en plaza en este y la mayoría de los asuntos relativos al gobierno del mundo o cualquiera de sus partes? ¿Quién o qué en España? ¿Puigdemont? ¿Rajoy? ¿El Tribunal Constitucional? ¿Senado y Congreso de los Diputados? ¿El Parlamento de Cataluña? ¿Un Jefe del Estado del que si algo nos ha quedado claro es que no está, ni de lejos, tan "preparao" como nos han querido hacer creer durante décadas? ¿Los pueblos soberanos? (Risas). No, aquí mandan, entre otros, el Sabadell y CaixaBank. Legislativo, ejecutivo y judicial ―tres poderes distintos en la sombra y un sólo diablo verdadero— residenciados en los órganos rectores de unas grandes entidades financieras que —no todo va a ser malo— no entienden de patrias ni banderas. ¿Es o no es para preocuparse?

2 comentarios:

Ricardo Soriano dijo...

Hasta ayer pensaba que la ingenuidad estaba del lado digamos "español" pero veo que se reparte a partes iguales. ¿Acaso cabía esperar otros comportamientos por parte del Capital?
Salud amigo

ralero dijo...

Pocas posibilidades, ciertamente. Otra cosa, sólo un sueño. Pero qué duro despertar a la pesadilla de la plutocracia global. Saludos.