sábado, 30 de septiembre de 2017

Poema porno


Pobre España. Primero,
violada y prostituida
por aquel proxeneta
enano y genocida
al que hubieron de hacerle
una espada a medida
para que no se rieran
de él al verla arrastrando
por el suelo en las fotos.
Cuando este hijo de Púnica
la palmó, sin haber
rendido cuenta alguna,
calentito en la cama,
tras tanto sin hacerse
una paja por miedo
a la ceguera, España
-y cuando digo España,
digo pueblo-  sufrió
durante varias décadas
democratización
precoz y como culmen
a tanto sexo estéril,
forzado y sin orgasmo,
esto de ahora, este hastío
febril: la demopausia.
(Y aún habrá quien afirme
que todo esté maltrato,
todo este sexo sórdido
de club de carretera
y luces de neón,
es, fue y seguirá siendo
por amor, y que aquello
unido por la gracia
de Dios, patria, monarca
y el Ibex 35,
no debe separarse
a no ser que el más débil
salga del muladar
con los pies por delante.)

Moraleja:

Ni el sexo ni el amor
lo son si no son libres,
y es mejor que un mal polvo
siempre una buena paja.

1 comentario:

Carlos dijo...

El concepto de demopausia no viene en los diccionarios de términos políticos