Como un desesperado que enloquece,
pintar con sangre y plomo incandescente, un cuadro de seres que agonizan
abatidos, transidos de un dolor sin esperanza; un aquelarre ateo
poblado de cadáveres, digno de Pieter Brueghel.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
1 comentario:
Cuanta fuerza y significado en un solo párrafo. Bravo.
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