domingo, 1 de julio de 2012

Oración


Concédeme un pedazo,
pequeño como miga
de pan, de la fecunda
cosecha de tu tiempo.

Acércame a los labios,

no un mar, sólo una gota
fugaz como el rocío,
del agua de tus días.

Y hazlo como si yo
no estuviese, sin fe,
rogándolo sediento,
hambriento, mendicante.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No vale negar a Dios y pedirle milagros. Cristo dijo a aquel hombre, vete, tu fe te ha salvado