“Para que supieras”
Idea Vilariño
CUANDO, en mitad de la noche, despertó, ella estaba a su lado.
-¿Qué haces aquí?, ¿por dónde entraste? –le dijo, más feliz que sorprendido, por un hecho tan insólito como inesperado.
-No deberías mostrarte tan exultante, no soy quien te imaginas.
-¿Entonces? –dijo, incrédulo, amén de un tanto aturdido.
-Mi nombre es Mortis Causa, y he venido para llevarte conmigo al imperio de las sombras –le respondió, sumamente grave, la enviada de la Muerte.
-No importa; también hueles a flores. Y agradezco que al fin, cuando ya no te esperaba, hayas decidido venir a hacerme compañía. Buenas noches, Violeta –le dijo, en tanto, con una ternura desmedida y una sonrisa en los ojos, la abrazaba antes de quedarse dormido para siempre.
-¿Qué haces aquí?, ¿por dónde entraste? –le dijo, más feliz que sorprendido, por un hecho tan insólito como inesperado.
-No deberías mostrarte tan exultante, no soy quien te imaginas.
-¿Entonces? –dijo, incrédulo, amén de un tanto aturdido.
-Mi nombre es Mortis Causa, y he venido para llevarte conmigo al imperio de las sombras –le respondió, sumamente grave, la enviada de la Muerte.
-No importa; también hueles a flores. Y agradezco que al fin, cuando ya no te esperaba, hayas decidido venir a hacerme compañía. Buenas noches, Violeta –le dijo, en tanto, con una ternura desmedida y una sonrisa en los ojos, la abrazaba antes de quedarse dormido para siempre.
3 comentarios:
Me asustas.
Besos.
Es sólo un relato.
Abrazos.
Jo Rafaaaa !!!
Dile a tu Musa que no te "corte el rollo" jeje... "Pa" una vez que te deja estar en camita con la amada, va y resulta ser "Doña Parca" Ostrassss !!!
Besotes "erisaditos der tó"
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