domingo, 26 de diciembre de 2010

Jordán


tan grande es ya la herida que no cabe
la sangre en el poema
. . . . . . . . . . . . . . . . . . su ancho río
sin cauce engendra un mar negro y bravío
rompiendo sin piedad sobre la nave
de la esperanza exangüe

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . qué mal sabe
en la afasia esta sal qué escalofrío
de agónicos anhelos que sin brío
se sienten ya naufragio

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . no hay más grave
zozobra que en su espanto el verbo ahogado
sentir que la palabra -ayer cauterio
frenando la hemorragia- muda en serio
silencio en grieta el grito
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . que apocado
el llanto se abandona al denso abismo
biliar y deletéreo del mutismo

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