lunes, 13 de septiembre de 2010

Auroras sin rocío

A mí, cantor de aromas de glicinas
ajadas por la nieve prematura,
jamás me dedicaron un poema,
un tierno madrigal o un tanka al alba,
escritos con pasión sobre las mangas
violetas del kimono perfumado
con gotas temblorosas de rocío.
Y amargo es vislumbrar que, cuando falte,
tampoco ira la geisha a la que espío
detrás de sus biombos de soslayo,
a cantarle al cadáver, ya sin alma,
que habrá de sucederme tras mi ocaso,
con llanto en las pupilas, con nostalgia
e inconsolable pena, una elegía.

3 comentarios:

Marisa Peña dijo...

Pues yo no puedo sino dedicarte mi más sincera admiración, y la alegría infinita que me produce venir a leer y encontrarte en tus versos, y reencontrarme a mí misma.Un besazo

Milena dijo...

Rafa rompes las leyes de la física!!
¡ cómo si no se explica que en la distancia puedan tus versos alterar el ritmo cardíaco y la temperatura de mi pobre y aterido ser....!!
Y este es mi "NO POEMA" para tí


Besos, Poeta !!

Piel Fugaz dijo...

Es precioso. Con tu permiso me hago cargo de la imagen.

Abrazos, Poeta.