jueves, 29 de octubre de 2009

Contrición


Y al fin la cicatriz inasequible
Que ansiaba en su hemofílica hemorragia
Celó con aridez frugal e insípida
El ávido menstruar de la nostalgia.

Y atónita ante el bárbaro espectáculo
Del yermo costurón donde hubo llaga
Voraz mordió el muñón adormecido
Que antaño entre el salitre fue esperanza.

Mas ya Sodoma no era más que un hueco
Sin huellas, horizontes, ola ni ala,
Y Lot sólo un fantasma sin retorno,
Por siempre inalcanzable en la resaca.


3 comentarios:

CalidaSirena dijo...

La nostálgia es como una daga que cuando nos atraviesa el alma nos deja una tristeza y un vacío que cuesta sacarlo..
Besos muy cálidos

Prometeo dijo...

Mirarse y remirarse, disfrutar con el dedo en la llaga, ese dolor que llega al placer....soñarnos ene l daño, bañarnos en el dolor...muy bueno, mil lecturas y mil pensamientos en tus versos. un abarzo.

Anónimo dijo...

¡Escribes maravilloso, aunque te lo haya dicho mil veces! Algún día, cuando tú no estés, algún pelotudo con cara de nabo hará una antología con tus obras. El reconocimiento siempre llega cuando el poeta no puede oírlo. Eso creo.
Besos Rafin.