Si diésemos a dios
lo que es de dios y al César
lo del César no habría
marginados hambrientos
buscando por oscuros
callejones un hueco
tibio donde pasar
la noche y, una vez
traspasados los límites
de lo que un ser humano
alcanza a soportar,
poder caerse muertos.
Porque nada debemos
a dios, esa entelequia
proterva utilizada
por aviesos chamanes
para desvalijarnos
e imponernos el yugo
de su moral bastarda.
Porque nada debemos
al César más allá
de un modesto salario
por prestar sus servicios
al pueblo al que se debe.
Si diésemos a dios
y al César sólo aquello
que es de dios y del César,
si estos no se apropiaran
por la fuerza de aquello
que no les pertenece,
podríamos los pueblos
darnos lo que en justicia
corresponde a los pueblos.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
2 comentarios:
Dios existe?
Besos Rafa
Siempre contra Dios, desde el primer día en el paraíso. Lo del césar lo entiendo, pues para cada hombre hay una utopia social por lograr
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