domingo, 19 de julio de 2015

Epigrama

El fin de la política, aun pensando
tal fin una entelequia,
debiera ser que un día
no fuese necesaria la política.
Inmolación consciente, sacrificio
invocando al más limpio, el más ecuánime,
generoso y humano
modo de gobernarnos: la Anarquía.
(Admitido tal fin,
después, peripatéticos,
podremos debatir en torno a cuál
es el mejor camino)

1 comentario:

Carlos dijo...

El anarquista tuvo su época y le fue mal, hoy es ecologista, podemista, alternativo, pasota,...se ha diluido en comportamientos personales