No habré de hablar de jaulas
nunca más. Lo prometo.
Hablaré de la lluvia
golpeando los cristales
en el salón sombrío
de la casa enrejada
que habito entre fantasmas.
De su viga maestra
a punto de quebrarse
en tanto las ventanas,
selladas por la herrumbre,
rezuman hiel y sangre.
Hablaré de mi cuerpo.
Del dolor. Pero nunca,
lo prometo, de jaulas.
1 comentario:
Enigmático poema
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