Empezar a escribir sin ton ni son.
Porque oprime el silencio, y la palabra
a veces puede ser abracadabra
contra el caos y en favor de la razón;
conjuro sosegando el corazón
de la arritmia que, en forma de macabra
y enmarañada danza, descalabra
de su aplomo hasta el último bastión.
Empezar a escribir como sagrada,
aun torpe, indescifrable y sin sentido,
apostasía en contra del olvido
y el pertinaz avance de la nada;
y al cabo de lo escrito haber descrito
el germen del lenguaje: el pasmo, el grito.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
1 comentario:
Nihilista reflexión
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