martes, 16 de diciembre de 2008

Estación de penitencia (IX)

Su afán es escapar del alarido,
Del llanto, el desespero, la congoja...
¿Cara o cruz? ¿Luz o sombra?

Quisiera no iniciar ese camino,
Tortuoso y escarpado rumbo al Gólgota,
Sin ver de nuevo, cian, nacer la aurora,
Sembrando en sus pupilas la esperanza.
Mas ya secó la sal sus lunas glaucas
Y su última moneda es de Caronte.

¿Muerte o cruz? ¿Sal o sombra?
¡Qué abrupto el mar, sin calma ni horizonte!

9 comentarios:

Amaterasu dijo...

Si quisieras no iniciar ese camino sin ver de nuevo la aurora es muy fácil... hazlo. Siéntate en itad de tanta niebla y la vida te devolverá la respuesta...

Malena dijo...

No hay sólo esas opciones, Rafa, hay muchas más, es cuestión de sentarse delante de ese mar, abrir el corazón y dejar que te hable esa señora de rostro dulce que es la esperanza.

Un beso muy grande.

rosa_desastre dijo...

Porque hoy sea el primer día del resto de tu vida, no dejes al azar tan importante camino. Elige tu.
Un abrazo.

Sintagma in Blue dijo...

Escapar, siempre escapar...

MeRieM dijo...

Ya te hiciste a esa pesada cruz que te lleva a la muerte, cubierta de sombras y envuelta en sal...
¿Pero sabes? El mar sí tiene horizonte, búscalo y allí encontraras la calma.
Un beso en el silencio.

... dijo...

Rafa
Arriesgar, esa es la palabra!
(Para qué no sé)
Besos

María Narro dijo...

sí que hay horizonte, Rafa, siempre, lo que pasa es que hay mucha niebla.

un beso.

Caminante dijo...

¡He vuelto! Creo/deseo que por mucho tiempo. Y...¿con qué me encuentro? entierros, resurrecciones, tu siempre enseñándonos el lado más divertido de la vida ¿?
Sea como fuere ¡buenos días! y recibe un abrazo de esta que te aprecia. PAQUITA

Anónimo dijo...

Pero...¿podemos elegir? ¿escapar al destino?...un fuerte abarzo.