sábado, 15 de marzo de 2008

El fin de las horas


(Trece líneas)

Desde el espejo

Me mira el que fui.

Se le ve sin fuerzas,

Triste,

Cansado,

Hundido en su cárcel

De azogue y sombras;

Aparenta calma,

Pero en su centro

Se adivina el fragor de la tormenta.

Ya nada espera,

Sólo esquirlas breves

Refrendando la ceguera,

La noche,

Un cuarto menguante alfanje sin luna.

Le tiendo mi mano y fluye una lágrima,

De su pupila hasta el suelo,

Cayendo,

Y tiembla el mundo anunciando a gemidos

El fin de la esperanza,

De la música,

La luz, el movimiento...

De las horas.

Fotografía: Dariusz Klimczak.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola primo.

Ya estoy en la brecha, on the road again.

Mistéricos espejos
hacedores,
productores
de miedo,
de vanidad
y de desenfreno.

Televisores
de nuestro
interno
fuero
que fue,
y sigue siendo...


Abrazo lineal.

Anónimo dijo...

es el mundo del espejo, el otro lado, el oscuro...
un abrazo.