domingo, 8 de julio de 2007

Como un torrente

Imagínate un torrente,

De alta montaña, buscando

Su cauce entre las rocas;

Despeñándose, rompiendo

Sobre aristas afiladas

Que hacen saltar, como gotas

De sangre clara, añicos

De la frescor de su origen,

Dando a luz pequeños arco

Iris al sol, espejismos

Coloridos que se esfuman

Arrastrados por el viento.

Imagínatelo roto

Una y millones de veces,

Rehaciéndose de nuevo

Por la fuerza que le otorga

Su dulce ensueño anhelante:

Verdor de un valle acogiéndolo.

E imagínalo al final

De su periplo, frustrado,

Entre arenas de un desierto

Que lo engulle calcinante.

Imagina todo esto

Y a mis latidos buscándote

Sobre arenales hambrientos

Como la herida sangrante

Que me abriera en medio el pecho

El buscar sin encontrarte.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy sugerente la imagen, o, por mejor decir, el contraste de imagen. Me ha gustado.

Y como 'urbanita' con aspiraciones de naturaleza, he estado todo el poema deseando ir a disfrutar del rumor del torrente, a algún paisaje como el de la foto.

Anónimo dijo...

verdaderamente he imaginado el rio, tan parecido al mio, quebrandose, y en cada quiebro, una grieta silbante...

precioso, me ha gustado mucho...

saludos