sábado, 30 de marzo de 2019

Y yo con estos pelos



—No me mires, no me mires, déjalo ya, que no me he peinado a la mo dadá...
—A mí no me gusta que me digan: no puede ir usted a más de tanta velocidad, no puede usted comer hamburguesas de tanto, debe usted evitar esto y además a usted le prohíbo beber vino. Así que lo de no me mires y el peinado, si tiene usted güevos, señora, me lo dice mirándome a los ojos, que a mí no hay Dios que, a esta puta orilla del Mississippi, me aguante la mirada.
—¿Eso son rastas?
—Animalillos vivos.
—Y tu miráááááá se me clava en lo soho como una espááááá...
—Y dale con la mirá; me voy a tener que terminar cabreando. Y tenga usted en cuenta que yo soy el milagro y también habló catalán en la intimidad y los puigdemonitas de instantes íntimos podemos llegar a ser lo peor de lo peor.
—Aunque parezca mentira, me pongo colorada cuando me miras, me pongo colorada cuando me miras, me pongo coloráááá...
—Normal. Yo soy Chema. Chema el Medusa. El Medusa Aznar.

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