martes, 11 de enero de 2011

La ausente (XV)


lo mismo que en un barco
fantasma a la deriva
emite su s.o.s la baliza
del corazón sin alma

a salvo del naufragio que lo abruma
en puerto nadie atiende a su zozobra
o al lúgubre crujir de la mortaja
de sal que lo consume
ni aúlla sin consuelo una sirena
varada entre tinieblas por su pérdida

quizás si un dios panóptico
morase en las alturas
magnánimo y piadoso le otorgase
la tenue luz de un faro en rebeldía
contra el libre albedrío sin clemencia
que henchido de desprecio lo aniquila

quizás si un dios si un ángel
si una caritativa Magdalena

mas falso en su esplendor el firmamento
no es más que un espejismo un hondo abismo
de sombras y silencio

3 comentarios:

Amaterasu dijo...

no es más que un espejo que refleja sin remordimientos nuestro propio reflejo... un placer leerte siempre, compañero

erato dijo...

Cómo me gustan tus letras! Es un lujito siempre pasar por aquí, una suave caricia por lo más recóndito del alma.Besos

Anónimo dijo...

Será adictivo ese sentimiento que tú tienes?