miércoles, 12 de enero de 2011

Inciso


¿Por qué no fui feroz, por qué no te salvé
de lo turbio y perverso que exhalan los difuntos?

Gonzalo Rojas

enérgico y a un tiempo delicado
–no es fácil conjugar tal mestizaje-
algunas que otras minas
–Carmina Guillermina por ejemplo-
en más de una ocasión me lo dijeron
eres
inenarrable irresistible
irrepetible un éxtasis sin límite
alcohol regando el fuego

pero contigo amor
enamorado
y un tanto gilipollas
sólo pude
portarme como un fraile un sacerdote

pero uno de esos
casto
comedido
y no de aquellos otros
pederastas
que abusan a escondidas de los niños
seguros de alcanzar la comprensión
y alguna que otra bula escandalosa
por parte de la curia vaticana

y entonces paz
y ahora infierno o por
decirlo de otro modo
más bestia y ordinario
de aquellos polvos reprimidos
estos lodos
con su hosco hedor a corazón difunto

1 comentario:

MaLena Ezcurra dijo...

Tu mejor poema, las palabras estallan en mi alma, hacen hueco.


Te beso maravillada.


M.