lunes, 15 de junio de 2009

Y de la niebla, qué


Naufrago en mis cenizas.

Nunca hubo un mar tan muerto
ni piélagos tan llenos
de vacío,

de espantosas criaturas
abisales
vomitando en silencio sal y espuma
carcomiendo el velamen,
la bitácora,
alzando marejadas de mordazas
ahogando con su arpón la voz del faro.

El fiero tiburón de la memoria
devora sus muñones al pasado
en tanto que medusas deletéreas
se adhieren del pulmón del remo hastiado.

(La nostalgia es un ancla que, profunda,
se enredó en la mordaz desesperanza).

Y de la niebla,
qué;
qué habré de referir sobre la niebla.

3 comentarios:

rosa_desastre dijo...

Que desolador paisaje y que ganas me dejas de saber que habrás de referir sobre la niebla.
Un beso

Elsa dijo...

(La nostalgia es un ancla que, profunda,
se enredó en la mordaz desesperanza).

Bellísimo poeta... Enredadas y sin horizonte. Ovilladas.

Un beso.

dafne dijo...

Por favor refiérenos lo que quieras de la niebla ,estoy expectante.
Bon Dia!!