lunes, 13 de abril de 2009

Las ruinas del método


Paradójicamente, es en el territorio del dolor donde mayor constancia tomamos de estar vivos: sangro, luego existo; de ahí, quizá, la ilógica y cuasi omnipresente idea de otra existencia después de la muerte, frenando la vida y sus efímeras razones.

3 comentarios:

dafne dijo...

Asi es,y es la existencia del dolor y la superación de este el que nos hace madurar y dar un paso más en nuestra evolución personal.Después miraremos atrás y veremos el infierno en el que estuvimos y fuimos capaces de salir.
La muerte,eso,una nimiedad.Mucho menos doloroso el acto en si, que el proceso que te lleva a ella.Pero aunque solo sea por unos largos minutos o incluso unas horas,hay que pensar en ella ,enfentarla,eso nos fortalece,dejamos de verla como el tabú que es para nuestra sociedad y volvemos a dar un paso más,más seguro en nuestra vida.
En fin....cosas que una ha vivido y ha pensado.
B
E
S
o
S

Anónimo dijo...

El dolor...; te hace sentir muy vivo para superarlo, para seguir, para dejar de sentirlo y buscar un tiempo de alegría, de risas y olvidarlo.

Besos

Anónimo dijo...

Ay Rafa, si supieras el escalofrío que me produce esta imagen. Menos mal que eres de escribir mucho, pronto pasará, como el resfrío.
Un abrazo con cariño.