viernes, 3 de abril de 2009

Amanecer de un eclipse


No hubo suerte, salieron mal las cosas.
Ignoro mis errores, mas presumo
Que no fueron tan graves, tan punibles;
No estimo merecer tanto castigo.

Me niego en cualquier caso a arrepentirme
–Jamás fue mi intención causar congoja-,
Así que puede ser que al fin y al cabo
Consista en este exilio la justicia.

No obstante, pudo haber sido distinto:
La palabra, alegato irrefutable,
Fallando contra el cargo del silencio

Y haciendo conmutar esta ancha pena
Que el sueño en sus audiencias no redime
Ni al alba halla el cauterio del patíbulo.

2 comentarios:

Antonio Ruiz Bonilla dijo...

Apocalíptico. Me gusta
"Cuando no sabes qué, el mundo se me agota en tu mirada"
Un saludo

Caminante dijo...

(...)No obstante, pudo haber sido distinto:
La palabra, alegato irrefutable,
Fallando contra el cargo del silencio

Y haciendo conmutar esta ancha pena
Que el sueño en sus audiencias no redime
Ni al alba halla el cauterio del patíbulo
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Así es la Vida, impredecible, intentamos... hacemos intentonas, pero no funciona, sí en ocasiones, algunas veces, no cuando lo deseamos ardientemente. Tanta pasión se paga con indiferencia, cuando no con mala baba ¡digo yo! es decir: alguien con poco crédito, quizás, incluso, ninguno. UN ABRAZO. Paquita