martes, 17 de marzo de 2009

Impacto



Me he soñado cayendo
Con el peso en la espalda
De la jaula desierta.
Qué espantoso el delirio
De las alas quebradas
Que sospechan que al fondo
De su vuelo sin aire
Sólo se halla el vacío.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy espesa, Rafa; tal vez porque así me soñé ayer, pero despierta.

Me rebelo contra el vacío.

Besos

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Qué desgarrador! Es una pesadilla!
Genial otra vez, Rafa.
(Así después no me atrevo a escribir nada en mi blog, qué verguenza!)

Un abrazo con besos.

Dolo dijo...

El vacío nos amenaza constantemente, condiciona nuestra existencia. Es el terror más grande que existe, el miedo a la no existencia.
Esperemos que todo esté lleno siempre.

Anónimo dijo...

Rafita!
Si estos versos emanan de tu vacío... ¡Entonces no estás vacío!
Parece igual, no pero no lo es. (O eso creo yo jajaja)
Me encanta saber que estás ahí.
Besos

Anónimo dijo...

Me río con lo de Anouk, menos mal que no soy la única. Es cierto, y ahora qué escribo después de pasar por acá!