El sol se está poniendo allí donde habitaban confusas mis palabras. No hay vuelta atrás en la agonía del verbo cansado. Todo lo que nace termina muriendo, es el ciclo al que todo lo vivo se halla sometido. Pero, a veces, es posible resurgir de las cenizas del ocaso a nuevos amaneceres en el límite de otro océano. Mientras haya adjetivos para colorear el nombre de una rosa será posible renacer del rescoldo de los cuadernos quemados con tinta roja.
La flor del tabaco
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*(Pues si mata… que mate)*
*A Manolo Rubiales –echando humo.*
*Ayer noche, al quedarme sin tabaco*
*–Estaban los estancos y colmados,*
*Los quioscos...
2 comentarios:
Respeto tu decisión aunque me duela, un webo, tio. Tendré que leerte, entoces, por aqui.
Todos los vinos, todos los besos
M. Rubiales
Bueno, Manolo, sólo ha sido un traslado. A veces es preciso y positivo renovarse. Y mi isla siempre estará abierta para los amigos.
Vino y "bersos".
Rafa
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