lunes, 14 de octubre de 2019

Sevilla a través de sus azulejos (8): Panaderías, confiterías y pastelerías tradicionales (parte tercera: El nuevo sector panadero). (Carlos Parejo)


A las cadenas anteriores hay que unir las tiendas recién desembarcadas desde pueblos próximos o llegadas del exterior (durante las dos primeras décadas del siglo veintiuno) dedicadas al pan ecológico. Desde el punto de vista decorativo estas modernas panaderías no exhiben retablos cerámicos sino que los logotipos comerciales de cada franquicia identifican a estos locales, así como la exposición en ventanales o vitrinas da cara al viandante de sus productos. Tampoco suelen tener referencias expresas a la ciudad de Sevilla.

En general, su interior tiene una decoración cálida y sencilla, pero muy cuidada. Los tonos blancos y ocres de las estanterías combinan con los productos expuestos. En algunas panaderías destaca que la zona de trabajo se encuentra a la vista del público.

Han aflorado tiendas franquicias de cadenas multinacionales del pan de leña como las panaderías ecológicas Crustum (desde el año 2013) y Pic Nic panes artesanos. La primera elabora un pan sin conservantes ni aditivos, de diferentes harinas, como la de espelta, maíz, sarraceno o centeno, que producen piezas tan originales como la de tomate o panes con frutos secos como nueces o avellanas. También se dedica a dulces, como los bizcochos, los hojaldres o los brioches. Picnic Panes Artesanos dispone de variedades como el pan de semilla, que se hace con harina de trigo ecológica, masa madre de trigo y semillas varias, tales como el lino marrón, el lino dorado, las pipas de calabaza, las pipas de girasol y el sésamo.

Por lo que se refiere a enseñas panaderas autóctonas, hay que destacar a las cadenas Pan y Piu (año 2013) y Landalusí (procedente de Sanlúcar la Mayor, donde se creó en el año 1981). Esta última está presente en Sevilla ciudad desde el año 2015. Se ha especializado en panes gourmet como los de avellana, centeno, remolacha, naranja y cúrcuma. Usan levadura industrial, trabajan al cien por cien con masa madre. Es pan artesanal ecológico cocido, además, en horno de leña, lo que le da un sabor diferente.


Hay también un creciente número de cafeterías-panaderías, cuya fachada tiene un diseño minimalista. Son locales muy abiertos al exterior (mediante puertas corredizas de cristal), y con un ambiente interior de tonos cálidos, están siendo cada vez más frecuentes, como la de Rosso (Avenida de Miraflores, 72) que sirve desayunos con panes al gusto del consumidor para las tostadas: centeno, multicereales, soja o blanco.



A ellas hay que sumar el desembarco de cadenas francesas de pastisserie-boluangerie como Colette y La Societé. Sus letreros exteriores ni por asomo son paneles cerámicos, sino carteles funcionales y discretos. El interior de estos locales es luminoso. Predominan los tonos blancos y de dibujos de acuarela y pastel, que tan bien contrastan con panes y dulces de chocolate. Las mesas y sillas son de vistosos colores. Las pasteleras van ataviadas con pañuelos en la cabeza, blusas blancas y discretos delantales de color claro. Nos ofrecen lo mejor de la panadería (baguettes, molletes, panes integrales y de centeno, etc.) , sus tartas típicas, sus croques salados (aquí tan desconocidos), delicatesen (en forma de higos, mermeladas y crepes) la mejor pastelería del país vecino (surtidos de minpasteles en bandejas, cruasanes, muffins, tartaletas de chocolate, cupcakes, hojaldres rellenos, mini empanadas, mini quiches…y las tartas de galletas por Navidad).

Esa discreta elegancia del ambiente interior recuerda a las confiterías tradicionales sevillanas de siempre, pero con mayor claridad y sencillez de formas.


Asimismo, también se han implantado negocios familiares – como la panadería alemana Das Brot, sita desde al año 2014 en la calle San Luis -. la panadería y pastelería trianera del pastelero francés Manu Jara (año 2013, en la calle Pureza, 3) o la tienda de tartas ecológicas creativas de la pastelería Mr.Cake (Calle Feria y Puerta Osario) para bodas y eventos especiales como bautizos y comuniones. La tienda de Manu Jara, con su decoración de las paredes con azulejos trianeros y sus elegantes estanterías de madera nos retrotrae en el tiempo a la Edad de Oro de las pastelerías tradicionales sevillanas.

(¢) Carlos Parejo Delgado

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