lunes, 21 de octubre de 2019

Sánchez "el Pueril"


Pedro Sánchez se niega a coger el teléfono a Torra. Ahora, cuando el conflicto entre los nacionalismos español y catalán más necesita que nuestros líderes políticos, con altura de miras y dejando a un lado intereses partidistas y espurios, se comporten como si fuesen uno para hacer un llamamiento firme y sin ambages a la calma con el objetivo de sosegar los ánimos de los violentos de uno y otro lado; ahora que, como desde un principio, pero con mucha más urgencia, el pueblo catalán y España necesitan que esos mismos líderes actúen con sentido de Estado para buscar una salida negociada de carácter político que, sin satisfacer completamente a ninguna de las dos partes, pueda ser asumida por ambas en pro de alcanzar a dar de una vez por todas una solución airosa y estable al problema; Sánchez no le coge el Teléfono a Torra.

Y así, Sánchez, en lugar de actuar como lo que es, Presidente en funciones del Reino de España, se comporta como si Cataluña fuese un patio del colegio y él, ese niño creído y antipático, dueño del balón, que, cuando los demás no satisfacen a pie juntillas sus deseos —o, lo que es mucho peor, para ganarse la simpatía de los matoncillos que pululan por el patio a la hora del recreo—, se marcha con la pelota para que nadie pueda disfrutar jugando la pachanguita. Y la pachanga acaba siendo sustituida por peligrosos juegos de guerra, y el número de matoncillos tatuados con cruces gamadas y la vilurencia con la que actúan no paran de crecer a velocidad de vértigo.

A poco que se piense, causa pavor que semejante bodoque sea y pueda seguir siendo Presidente del Gobierno.

¿Torra? Bueno, él, con mayor o menor sinceridad, con mejores o peores intenciones, con sus errores y aciertos a cuestas, al menos, se ha tragado su orgullo y se ha molestado en llamar por teléfono.

¡Niñas! ¡Niños! ¡Al recreo!

1 comentario:

Carlos dijo...

Torra es un fanático a lo Hitler mas peligroso que un tigre en una guardería