viernes, 18 de octubre de 2019

Presentación de "Escarabajo pelotero", de Eladio Orta



Muy buenas noches y gracias a todas y a todos por haber venido hoy a acompañarnos en la presentación de Escarabajo Pelotero, este tan magnífico como particular poemario de Eladio Orta.

Quisiera comenzar agradeciendo a Eladio esta nueva oportunidad que me brinda para presentar uno de sus libros. Anteriormente, en este mismo espacio, hace ahora algo más de año y medio, hice lo propio con "Los ojos de los fornecos." También una maravilla.

Aquella noche, para comenzar, les hablé muy brevemente de Eladio como escritor, como persona y como adicto a la lucha ecologista. Hoy no lo haré para evitar repetirme.

Aunque también es cierto que hablar de "Escarabajo pelotero", es también hacerlo acerca de su autor... No, no se trata de una ofensa. A medida que avancemos en mi exposición se irá entendiendo.
* * *
Bombix Mori

(Gusano de seda)

Él se crea su mundo y se lo cierra:
(¡Sueña en romperlo pronto con dos alas!)
Mas, luego viene el hombre y de aquel hilo
—mínimo mundo, vuelo en la promesa—,
hace un vestido para su mujer.

Dulce María Loynaz, según afirman los estudiosos de su vida y su obra, escribió este poema, que forma parte de la que es considerada su ópera prima —Bestiarium—, cuando aún era una estudiante de bachillerato.

Un poemario que, al parecer, fue parido en un arrebato de rebeldía; como una sutil venganza colmada de humor, ingenio, originalidad, belleza, dominio de la palabra y poesía, sobre todo mucha poesía.

Su profesor de Historia Natural le había suspendido un examen —el único suspenso de su vida— y ella, a fin de demostrarle sus aptitudes y conocimiento en la materia, dio a luz a su Bestiarium. Sí, esto fue lo que aconteció. O algo parecido, que acerca de este capítulo de la vida y obra de la genial poeta cubana circulan diferentes versiones.

En el Bestiarium de Loynaz no tuvo cabida el escarabajo pelotero. Y he aquí que Eladio, también con mucho ingenio, originalidad, sentido del humor, dominio de la palabra, belleza, mucha poesía —o anti poesía—, y también, como demostración de rebeldía, ha venido a suplir de algún modo aquella carencia con su "Escarabajo pelotero."

Estoy convencido de que a Dulce María Loynaz le hubiese encantado leerlo. Y que su profesor de Historia Natural habría otorgado un más que justo sobresaliente cum laude a Eladio.
* * *
Pero un momento. Pudiera ser que algunos de los hoy aquí presentes estén pensando:  "Qué duda cabe, Eladio es un rebelde, su lucha de décadas en favor del medio ambiente así lo atestigua. Y de ingenio, originalidad y sentido del humor está claro que va bien servido. Tampoco ha de faltarle dominio de la palabra tras tantos años dedicado a la literatura y al quehacer antipoético. Pero... ¿Belleza? ¿Belleza en un poemario dedicado a un bichejo cuyo único afán no parece ser otro que amasar mierda y más mierda?

Pues sí, mucha belleza. Eladio nos da la pista a seguir para cerciorarnos de ello en uno de los poemas de su "Escarabajo pelotero."

"las larvas desayunan sorbos fermentados de tréboles rumiados
por estómagos de cuatro cavidades estomacales

proceso excretor:

los trifolios pasan por el tamiz del numen-retículo /
supervisado por el omazo / (órgano de transición) / y
digerido en el abonazo /

la materia residual es transportada
por el intestino delgado y
grueso al ano / produciéndose
el milagro escatológico

¿los griegos inventaron la belleza?"

¿Se puede concebir —más hoy, cuando a los políticos se les llena la boca en vano de conceptos como "economía circular" o "ciclo de vida"—algo tan hermoso como el prodigio de la vida? ¿Algo tan sublime como la vida eclosionando de otras vidas ya acabadas?
Pues todo eso lo encarna el escarabajo pelotero.

* * *

Afirma Eduardo Galante, Director del Centro Iberoamericano de la Biodiversidad, que, amén de la vital función que cumplen para el abonado del suelo, si no fuese por los escarabajos peloteros "tendríamos un problema grave de sanidad en la naturaleza."

Sirva como ejemplo lo acontecido en Australia durante la segunda mitad del siglo XX. Allí, la introducción de un nuevo tipo de ganado mayor llevó en poco tiempo a que sus excrementos se acumulasen en los campos donde, amén de dar lugar a una proliferación inusitada de moscas, impedían, como caballo de Atila, el crecimiento de la hierba. Los escarabajos y otros coprófagos autóctonos eran incapaces de reciclar este tipo de deyecciones. Desconozco, aunque no sería de extrañar, si hubo tentaciones de abordar el problema a través de algún tipo de tratamiento químico. Esos tratamientos que, en más de una ocasión, terminan ocasionando, con el paso del tiempo, problemas más graves de los que en un principio acabaron o no atajando.

Afortunadamente, gracias a un proyecto del Dr. George Bornemissza, se optó por una solución acorde con la sensatez y la ecología. La importación de varias especies de escarabajos que, en un tiempo razonable, lograron reciclar los desechos del ganado que permanecían desparramados y prácticamente inalterables en las praderas australianas.

"los escarabajos mantienen a las poblaciones de moscas /
(a raya) / bajo control"

nos dice Eladio en su "Escarabajo pelotero."

Pues sí, porque aquellos escarabajos importados, fundamentalmente desde África, operaron a la par una reducción más que notable del número de moscas, cuya proliferación se había convertido en una plaga que, entre otros asuntos, obligó a las autoridades a la promulgación de leyes en las que se prohibía comer al aire libre en determinadas zonas del continente australiano durante la década de los años sesenta del pasado siglo.

* * *

En "Escarabajo pelotero", Eladio, siempre fiel a su estilo y a su visión del mundo, escribe desde la retama y el fango, desde sus vivencias acumuladas en la memoria de la retama y el fango, con sentimientos y palabras que nacen del corazón de la retama y el fango.

"a la sombra del puchero
de tagarninas

mi madre
sentaba en la mesa
a la familia al completo

eran los domingos
cuando nos convocaba
al calorcito del caldo
de los pucheros de tagarninas"

Pero con un estilo y visión del mundo que, pese su apego y amor por el terruño, por la retama y el fango natal, desde el primer instante los trasciende, rehuyendo ese patrioterismo cateto y provinciano que en tantas ocasiones acaba constituyéndose en semilla de lo estéril y de odios. Pocas personas merecen tanta admiración como aquellos que desde el lógico y muy humano interés por lo local defienden a la par al conjunto, a la universalidad de sus semejantes y de la madre naturaleza —Pachamama, única diosa acerca de la cual no cabe discusión alguna de su veracidad— que los acoge.

"no le pongamos tabiques al verso

que la desnudez se desnude

que la cuerda desbarate el nudo

que los puntos y las comas
       desaparezcan del paisaje

que la magia brote sin mayúsculas
       en el redondel del arenal"

Una feraz visión de lo que habría de ser en todo momento nuestro breve paso por este arenal de siemprevivas y ortigas, de sonrisas y lágrimas, que es la vida. Una visión que definió de manera exquisita José Ángel Valente en un breve ensayo titulado "El lugar del canto" —es decir, ese lugar mágico donde florecen la poesía y la palabra—, publicado, junto a otros, en "Las palabras de la tribu", por Siglo XXI.

Nos dice Valente:

"Habría que buscar, para descongestión del lenguaje propio y ajeno, el punto histórico de sustitución de la idea o el sentimiento del lugar por el más abstracto de la patria. Porque en lo moderno la patria ha absorbido o anulado el lugar y, siendo como es mayor nuestra pertenencia a la viviente realidad de éste que a la cristalizada retórica de aquélla, la impuesta noción de patria en vez de ser más universal lo es menos y en vez de realizarnos nos desrealiza.

Puede aparecer la patria, así desprovista de su natural raíz, como robusta matrona, como airosa bandera, como música entre marcial y solemne, o asumir otras muchas representaciones análogas de las que se desprenden ciertas formas de emoción convencional, a veces notoriamente falsificada. El lugar no tiene representación porque su realidad y su representación no se diferencian. El lugar es el punto o el centro sobre el que se circunscribe el universo. La patria tiene límites o limita; el lugar, no. Por eso tal vez fuera necesario ser más lugareño y menos patriota para fomentarla universalidad.

[...]

La idea del retorno a lo nativo, tan importante para algunos románticos, está impregnada por un poderoso sentimiento de lugar o por una visión en que patria y lugar coinciden. Pero el proceso totalizador del espíritu de nación, al que la filosofía romántica tampoco fue ajena, contribuyó poderosamente al empobrecimiento o al desprestigio de la noción o del sentimiento de lugar en favor de proyecciones ideales, aparentemente superiores, cuya amenazadora naturaleza no tardaría en tomar cuerpo histórico. Por eso no deja de ser alarmante que determinados seudorrealismos revolucionarios hayan terminado en una visión histérica o interesada de la noción de patria que, en un principio, estaban llamados a superar."

Así es Eladio, un lugareño que, desde su amplía y rica experiencia como tal, se abre al mundo con su poesía y sus batallas. Como el escarabajo pelotero, que a la par que transforma la mierda de su pequeño microcosmos en bolita-abono-nido, se encuentra íntimamente conectado a las estrellas. No, no se trata de una licencia poética, es un hecho ya más que contrastado a partir de las investigaciones de un grupo de científicos de la Universidad de Lund (Suecia), que hace unos años descubrió que el escarabajo pelotero utiliza para orientarse la Vía Láctea. Asombroso. Como lo son los muchos, los innumerables prodigios que a diario nos ofrece la naturaleza. Atentos a los mismos.

"conexión sideral / (entre los excrementos y
el sendero celeste de la vía láctea) /
a través de la asociación independiente
de escarabajos peloteros"

* * *

A estas alturas, todos deberíamos ser ya conscientes de que "Escarabajo pelotero" es un poemario que trasciende con creces el campo de la entomología para adentrarse en los territorios de la sociobiología y la ecoantropología. Porque aquí, el escarabajo pelotero, amén de un animalillo prodigioso, es también una metáfora a través de la cual estamos nombrando a todos aquellos que dedican parte de su tiempo a tratar de garantizar un mañana con futuro.

Así, cuando terminé la primera lectura del poemario que hoy estamos presentando, envié casi de inmediato un correo electrónico a Eladio. En el mismo le decía:

Me ha 'encantao'. Yo también quiero ser escarabajo pelotero. Lástima que no puedan/podamos digerir el plástico ni la voracidad de los Jinetes del Progreso. ¿O sí?

Testificando la metáfora, escribe Eladio:

"— qué opinas

de la función depurativa
de los escarabajos peloteros

jorge falcón montalbán orihuela

—¡todos somos escarabajos peloteros!"

Y aún más:

"el escarabajo pelotero:

                                      (es activista de la luminosidad y
                                      está en la antípoda de los sabios
                                      del oscurantismo

                                      es activista anónimo contra
                                      el calentamiento global
                                      del planeta

                                      es activista activo
                                      de la silenciolidad 

                                      es activista sin saberlo
                                      de los nuevos viejos tiempos)

la dulce violencia de la trasformación"

* * *

En más de una ocasión hemos conversado Eladio y yo acerca del anarquismo y lo difícil, tal vez lo imposible, que ha de resultar alcanzar a ser un anarquista de la cabeza a los pies, cien por cien auténtico. Eladio siempre ha terminado concluyendo que para ser anarquista, un anarquista completo, habría que poseer una coherencia fuera de lo común y que, como mucho, y eso ya sería bastante, deberíamos conformarnos con ser "medio anarquistas". Algo parecido ocurre con respecto a la vocación de "escarabajo pelotero".

"si deseo algún premio
si algo deseo alcanzar
si me estremece algún sueño
es la persistente paciencia
del escarabajo pelotero"

Nos dice Eladio.

Sí, lo más probable es que, por mucho que lo soñemos, por más que nos esforcemos en tal sentido, jamás podamos llegar a ser auténticos y completos escarabajos peloteros. Pero nunca perdamos la vocación. Eso ya es mucho y, quién sabe, si hasta esencial, para llegar a salvar al mundo de los océanos de mierda que ya le llegan al cuello.

* * *

Ya, para ir terminando, voy a volver casi al principio de mi exposición. Con Eduardo Galante.

Galante, junto con Jorge Lobo, investigador del CSIC, nos alertan de como, pese a su importancia capital, el escarabajo pelotero está desapareciendo a marchas forzadas como consecuencia de "los antiparasitarios que se aplican al ganado, los insecticidas o el abandono del medio rural", de modo que hoy, en el ámbito de la Península Ibérica, sólo se conservan poblaciones de entidad "en lugares como Doñana o Cabañeros, donde no se usan antiparasitarios o insecticidas y hay muchos grandes herbívoros."

"panaderos de tozudas patas
amasando panes de estiércol
a la sombra de huellas residuales
de medicamentos e insecticidas
que fulminan

es el progreso

no le quepa a usted la menor duda /
progreso y desarrollo /
(en lenguaje tecnofascismo) /

significa: lento suicidio"

* * *

Sí, los escarabajos peloteros están desapareciendo. O, como nos dice Eladio, esperemos que algo positivo suceda que acabe desmintiéndolo, "los escarabajos peloteros tienen los días contados". Y no sólo en el ámbito de lo biológico. También en el de la metáfora hecha crimen. Chico Mendes, Berta Cáceres, Nissio Gomes, Zé Claudio, Frédéric Moloma Tuka, Almir Nogueira de Amorim, Joao Luiz Telles y un largo e ignominioso etcétera de luchadores con vocación de escarabajo pelotero asesinados por comprometerse con la defensa del medio ambiente. 168 durante el pasado año 2018.

Hoy, por lo tanto, es más necesario que antes nunca despertar la vocación de escarabajo pelotero entre nuestros jóvenes y entre nosotros mismos. Una vocación nada fácil de llevar a la práctica. Pero insisto, necesaria y urgente. El "Escarabajo pelotero" de Eladio Orta puede ser buen instrumento a tales efectos. Llévenselo, léanlo con paciencia, pásenselo a hijos, sobrinos, vecinos, a ese sujeto desagradable que jamás se digna a saludar en el portal. A ver si así logramos que algunos de ellos terminen más pronto que tarde siendo medio escarabajos peloteros.

Y, por qué no, a ver si también despertamos en algunos de ellos el gusanillo de la poesía. Para que, si algún día llegan a ser legión sus partidarios, termine siendo ese arma cargada de futuro que soñó Celaya.

Termino:

"¿hay ideología anticapitalista conservacionista
en la actitud militante anónima del escarabajo pelotero o /
hay un sillón invisible propenso a coleccionar prestigios /
que se lo disputan quienes escriben de oídas?     

ay / ay / ay…"

Nada más por mi parte. Os dejo con Eladio Orta y su "El escarabajo pelotero". Muchas gracias.


Jueves, 17 de octubre de 2018
Biblioteca Pública Provincial de Huelva.

1 comentario:

Carlos dijo...

De la historia natural al anarquismo, con óptica anticapitalista. ¡Vaya reto poético y del presentador¡