jueves, 16 de noviembre de 2017

Ironman


Mi más sincera enhorabuena,
ya eres un ironman de la poesía:
contra viento y marea
has superado el puerto
de montaña y llegado
a la meta volante.
Te ha costado lo tuyo, pero al fin,
te encuentras en la cresta de la ola
de la literatura provinciana.
Y todo gracias a tus versos,
tan lúbricos y suaves
como aquella famosa
garganta ancha y profunda
de Linda Lovelace,
los cuales proporcionan
un goce inusitado
a la mafia política
que tanto tiempo lleva
por estos nuestros pagos
chupando de la teta.
No obstante, me preocupa
que pudieses un día
terminar como Linda
tras ser cosificada:
hecho un juguete roto.
No creo, en cualquier caso,
que algo así te suceda:
La chupas bien. De modo
que es mucho más probable
que acabes ejerciendo
como parlamentario,
director general o delegado
y quién sabe si, luego
de superar las muchas
felaciones y metas
volantes que te esperan
todavía, a la meta
final: ser titular
de una Consejería
o un Ministerio donde
acudan a diario
a chuparte la polla
los nuevos ironmen de la poesía.

1 comentario:

Carlos dijo...

A este colaborador de mierda le parece una feroz diatriba